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La industria alimentaria lleva muchos años enfocándose en destacar las cualidades refrescantes de sus deliciosas bebidas, tratando que poco a poco vayamos sustituyendo el agua por otros productos igual de hidratantes (o más, según nos venden).
En España tardamos bastante en empezar a ser "colonizados" por la moda de los refrescos, ya que hasta hace relativamente poco, no se empezó a generalizar el consumo de bebidas refrescantes en España. Refrescos azucarados: pocos benefícios, muchas consecuencias para tu salud
La historia de las bebidas gaseosas y refrescantes comenzó a finales del siglo XVIII y principios del XIX, íntimamente ligada al mundo farmacéutico y al tratamiento de diversas afecciones. Coca Cola fue creada por el farmacéutico estadounidense John Pemberton, en su afán de obtener un elixir médico perfecto; Pepsi, su gran competidor, nació pocos años después de la mano del químico farmacéutico Caleb Bradham con el objetivo de crear una bebida estimulante que ayudara a la digestión. El inventor de la Coca Cola. El farmacéutico estadounidense John Pemberton[/caption] Con la llegada del siglo XX, de los vehículos a motor y la mejora de las condiciones de producción y distribución, el mercado de las bebidas refrescantes salió de las farmacias para llegar a los hogares, teniendo un enorme crecimiento en muy poco tiempo.
La necesidad que tratan de llenar estas compañías productos de bebidas refrescantes es la de hidratación, refresco y estimulación, en algunos casos hasta se atribuyen propiedades saludables, pero nada más lejos de la realidad. La mayoría de estas bebidas tienen ingentes cantidades de azúcar y otros aditivos que tienen un coste oculto para el organismo. ¿Y cómo consiguen incrementar sus benefícios económicos? Muy sencillo, desplazando a las bebidas tradicionales como el agua a través de intensas campañas publicitarias.
Existen en el mercado innumerables variedades de bebidas refrescantes, con o sin gas, con azúcar o light, con o sin cafeína... Pero nos vamos a centrar en los aspectos más problemáticos: Los efectos del consumo del elevadísimo contenido en azúcar en la mayoría de las bebidas salvo en sus variedades light y en la gran cantidad de aditivos que contienen. Empezamos:
- Osteoporosis: Las bebidas refrescantes presentan elevados niveles de cafeína (algunas) y de ácido fosfórico, los cuales dificultan la absorción de calcio de la dieta y a largo plazo se ha demostrado la relación directa entre el consumo de refrescos con el desarrollo de esta patología. Esto será especialmente perjudicial para niños, adolescentes y embarazadas, segmentos de la población con elevadas necesidades de calcio para un correcto desarrollo osteoarticular.
- Anemia: El mismo ácido fosfórico del que hablamos en el punto anterior, también dificulta la absorción de hierro en la dieta, con lo cual las personas que tomen más bebidas refrescantes de lo recomendado, tendrán más probabilidad de padecer anemia a medio plazo, especialmente las mujeres por sus mayores necesidades de este mineral. Los síntomas de la anemia pasan desde fatiga, mal humor, dolores de cabeza o dificultad para concentrarse en los casos más leves, a una anormal coloración azul en la esclerótica de los ojos, uñas quebradizas, mareos y piel pálida.
- Problemas renales: Para terminar de hablar de los efectos nocivos del ácido fosfórico, se ha demostrado que elevadas concentraciones del mismo favorecen a medio/largo plazo el desarrollo de cálculos renales.
- Gastritis, acidez, reflujo gastroesofágico: El bajo pH de estas bebidas junto con el CO2 de las bebidas carbonatadas, contribuye a acidificar aun más los jugos gástricos, provocando daños en la mucosa estomacal favoreciendo patologías como gastritis, úlceras estomacales o el molesto reflujo gastroesofágico.
- Obesidad: El elevado contenido de azúcar de muchas bebidas refrescantes favorece el desarrollo de complicaciones relacionadas con el aumento de peso, tanto por el número de calorías ingerido (120-150 kcal por cada lata de 330 ml) como por los azúcares simples que contienen.
- Influencia en el desarrollo de diabetes II: Anteriormente, esta patología estaba restringida a adultos a partir de 35 años con sobrepeso; pero cada vez es más común encontrarnos con adolescentes y adultos jóvenes con problemas de diabetes tipo II; y esto es debido a una elevada ingesta de azúcares simples mediante la dieta, ya sea mediante los refrescos, o dulces, snacks, bollería industrial...etc. Los azúcares simples son de muy fácil absorción, y se produce un pico de glucemia que es inmediatamente seguido de una fuerte secreción de insulina por parte del páncreas. Por ello, todo el azúcar sobrante, se retira de la sangre y se transforma en grasa de reserva.
- Salud bucodental -> Caries: La acidificación provocada por el dióxido de carbono y el bajo pH de las bebidas refrescantes favorecen un desgaste y una desmineralización del esmalte dental que junto con el elevado contenido en azúcares de este tipo de bebidas favorece el ambiente ideal para el desarrollo de caries.
- Problemas cardíacos: El sobrepeso y la diabetes, dos efectos de un consumo elevado y mantenido de bebidas refrescantes son dos pilares del síndrome metabólico, el cual es una combinación de graves patologías que además de sobrepeso y diabetes, también acabará también cursando hipertensión arterial e hipercolesterolemia. Por desgracia, se trata de algo apenas visto hasta la llegada del actual estilo de vida occidental y una combinación de factores de riesgo que incluyen: sedentarismo, consumo de alcohol y tabaco, dieta hipercalórica, baja en fibra y demasiado rica en azúcares y grasas. Se trata de una de las enfermedades que más tendrán en jaque a los servicios médicos del siglo XXI.
- ¡Ojo a los productos light!: Los productos endulzados con edulcorantes artificiales, a pesar de no tener el valor calórico de los refrescos estándar, no se pueden consumir sin mesura, ya que son sustancias que interfieren en determinadas reacciones metabólicas y favorecen el desarrollo de ciertas enfermedades.
- Precio: Por lo que pagamos por un refresco en el súper, o peor, en una máquina expendedora, podemos beber litros y litros de agua o comprar frutas para hacer zumos.
Nada más natural y sano para el cuerpo que el agua mineral, sin embargo, existen otras alternativas como zumos naturales de frutas, que teniendo también cierta cantidad de azúcar, será mucho más tolerable que aquellos zumos industriales.
- Los padres son el espejo en el que se miran los niños. Para evitar que nuestros hijos adquieran malas costumbres hemos de predicar con el ejemplo y no tomar bebidas de este tipo habitualmente en casa o en su presencia.
- Si desea consumir bebidas refrescantes, hágalo con moderación, esporádicamente, teniendo en cuenta que puede afectar a su salud a medio o largo plazo.
- Al realizar la compra, siempre estar atentos a las etiquetas nutricionales de los productos y vigilar los contenidos en calorías, azúcares simples y grasas saturadas.
- No sustituya un tentempié o merienda por una lata de refresco. Esperamos que estas informaciones os hayan sido interesantes y os ayuden a mejorar vuestra salud y la de vuestros pequeños.
Ernesto de la Vega Farmacéutico adjunto y Dietista-Nutricionista en Farmacia Inmaculada Rodríguez - Cuidados Farmacéuticos
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Inmaculada Rodríguez Rodríguez, ha sido beneficiaria del Fondo Europeo de Desarrollo Regional cuyo objetivo es mejorar el uso y la calidad de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y el acceso a las mismas y gracias al que ha podido optimizar su sistema de gestión y el contacto con sus clientes a través de Soluciones de comercio electrónico y Dinamización de redes sociales. Esta acción ha tenido lugar durante 2021. Para ello ha contado con el apoyo del programa TICCámaras de la Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Toledo
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