El cáncer es una enfermedad que ha desgraciadamente ha convivido con nosotros desde que el ser humano se tiene sobre dos piernas. Llama la atención que con la cantidad de avances en medicina, biotecnología e investigación farmacéutica, el cáncer sea una de las enfermedades que no seamos capaces de reducir su prevalencia; sino que ésta se incrementa año a año, llegando a ser considerada junto con la obesidad, la gran enfermedad del Siglo XXI, un reto al que debemos plantar cara.

¿Cómo hemos llegado a esta situación?

Desgraciadamente, los casos de cáncer aumentan cada año en el mundo occidental[/caption] Nos tenemos que remontar a la 2ª revolución industrial que permitió el desarrollo de sociedades modernas debido a la mejora que han supuesto el desarrollo de fertilizantes, pinturas plásticas y hormonas destinadas al engorde del ganado. Pero estos avances NO han sido gratuitos, estos productos han traído consigo asociado un incremento en la incidencia de cáncer en la sociedad, pues el incremento de casos de esta patología ha crecido de forma exponencial, aunque como decíamos unas líneas más arriba, el cáncer es una patología tan antigua como la humanidad, la prevalencia nunca había sido tan elevada como en la actualidad. Si partimos que solo el 6% de los casos tiene una base genética, estamos confirmando que el cáncer se podría prevenir. Ya sea actuando sobre los factores ambientales que incrementan el desarrollo de esta patología o sobre otros factores asociados al estilo de vida de la sociedad occidental del Siglo XXI:

- Radiaciones electromagnéticas

- Contaminación natural: Gas radón

- Hormonas usadas como medicamentos y elementos de engorde para el ganado.

- Fertilizantes para las cosechas, etc.

- Pinturas plásticas y otros elementos químicos.

- Sedentarismo

- Desequilibrios nutricionales y sus consecuencias: obesidad - Tabaquismo y/o alcoholismo - Estrés y otros factores psicosomáticos

¿Qué tipos de PREVENCIÓN podríamos tener en cuenta para reducir los casos de cáncer o mejorar su diagnóstico?

1. Primaria: Enfocada a prevenir su aparición
2. Detección precoz de un tumor en sus estados iniciales a través de programas sanitarios:
   • Screening o cribado sistemático
   • Incorporación de nuevas tecnologías diagnósticas buscando marcadores en sangre
   • Colonoscopia o test de sangre oculta en heces para el cáncer de colon.
   • Realización de mamografías para el diagnóstico precoz del cáncer de mama
   • Revisiones de próstata en hombres a partir de los 50 años

La prevención secundaria es cierto que depende de las políticas sanitarias y de los profesionales de la salud, pero nosotros podemos hacer mucho más, actuando en lo que de verdad nos atañe, PREVENCIÓN PRIMARIA  la cual tiene unos pilares básicos que son:

DIETA

¡Somos lo que comemos! Al alimentarnos se nutren tanto las células sanas como las tumorales, esto implica que debemos evitar los alimentos preferidos por las células cancerígenas para reducir el crecimiento de las mismas

¿Cuál son estos alimentos?

- Las grasas trans y las saturadas

- Los azúcares simples en exceso

- Desequilibrios nutricionales (falta de fibra)

- Alimentos excesivamente procesados

- Bollería industrial

- Sustancia pro-cancerígenas: 

Aditivos alimentarios, carne roja (exceso), ahumados (Presencia de HAP: Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos), conservantes químicos. Por tanto debemos evitar: mantequilla, embutidos, grasa de la carne, pan de molde, helados, foie, productos enlatados, envasados, alimentos precocinados, etc… Pero no basta con no alimentar a las células cancerígenas, además a las células sanas las debemos de armar para defenderse del ataque de estas células. Para ello están los antioxidantes naturales que los vamos a encontrar en alimentos como:

- El tomate

- Frutos rojos (fresas, frambuesa, arándanos, cerezas…)

- El brócoli

- Los espárragos

- El té verde

- Chocolate negro 85% cacao

Todo esto debe completarse con anticancerígenos naturales como la Vitamina D (previene y frena el cáncer de mama, próstata, colon y piel) y de alimentos ricos en fibra, ya que un consumo adecuado (mayor a 30-35 gramos de fibra por persona y día) está demostrado que reduce la prevalencia del desarrollo de cáncer de colon. La grasa tiene que ser de buena calidad, lo mejor es el aceite puro de oliva, pescado azul, frutos secos como las nueces o el jamón ibérico, ya que los cerdos alimentados con bellotas no producen ácido mirístico (muy peligroso) en su tejido, sino ácido oleico mono-insaturado, de ahí que al jamón ibérico se le denomine también “olivo con patas”. Ya hemos comentado que hasta la segunda revolución industrial la tasa de cáncer se mantenía constante en todo el mundo, pero la llegada de la industria petroquímica de los fertilizantes, abonos, pinturas, disolventes, PVC… supuso un incremento exponencial de cáncer. De ahí la importancia de consumir productos ecológicos, pintar las casas con productos naturales, lavar la ropa con detergentes naturales, evitar insecticidas y desodorantes con aluminio, no emplear ollas y sartenes de teflón o aluminio. Éstas deben ser de acero inoxidable, ventilar la ropa cuando llega del tinte y por supuesto no fumar y moderar el consumo de alcohol.

EJERCICIO FÍSICO

¿Por qué resulta importante? Porque al hacer deporte se segregan endorfinas que aumentan nuestra sensación de bienestar; pero también otras refuerzos como el incremento de la producción de células "Natural Killer” que atacan directamente a las células cancerígenas. Además de mejorar la movilidad, la coordinación y la percepción de uno mismo; se ha demostrado que evitando el sobrepeso u obesidad, se reduce la prevalencia de ciertos tipos de cáncer además del riesgo de desarrollo de otras enfermedades cardiovasculares. El ejercicio hay que adaptarlo a nuestras características individuales, siendo lo mejor un ejercicio aeróbico. Puedes empezar por caminar 60 pasos/minuto y durante 1h seguidas y si se puede más, mejor en un ambiente que no haga frío ni calor y sin llegar a la fatiga. También puedes probar otras opciones como el ciclismo, la natación, el yoga, aerobic, senderismo, o deportes de equipo como el baloncesto, fútbol o balonmano. Lo importante es moverse disfrutando de la actividad que realices.

POSITIVISMO Y ACTIVIDADES LÚDICAS

El cáncer aparece por un desequilibrio en nuestro organismo, algo genera un desorden que el resto del organismo no puede frenar, controlar o cortar. El sistema nervioso está muy implicado en este fenómeno. Una actividad positiva, con ilusión, esperanza y serena permite un equilibrio que garantiza un mejor funcionamiento de los sistemas nervioso, inmunitario y endocrino. Una actitud depresiva, el estrés crónico genera desequilibrios que conllevan a una inversión del ritmo del sueño, modificaciones de la secreción insulínica, alteraciones del sistema nervioso y colapso del sistema inmunitario. Es decir,  un caldo de cultivo para el desarrollo de cualquier tipo de cáncer. Resulta vital tener un hobby o actividad lúdica (pintar, cocinar,…) y una intensa vida social: salir con amigos, hablar, ir al cine, conciertos…son actividades que activan unos circuitos neuro-endocrinos con propiedades altamente beneficiosas. Aprovechamos para recordaros otros consejos que hemos dado en nuestro blog para evitar el desarrollo de cáncer y prevenir su aparición: 9 consejos para reducir el riesgo de desarrollar cáncer ¿Puede la DIETA prevenir el cáncer? El Sol, amigo o enemigo. Riesgos de una exposición solar indebida Esperamos que os haya sido interesante. Estad atentos a nuestras RRSS para próximos artículos y consejos de salud y nutrición.

El equipo de Cuidados Farmacéuticos